"Cuando la corrosión avanza, no solo compromete la integridad de los activos: puede generar paradas no programadas, pérdidas millonarias y, sobre todo, poner en riesgo la seguridad de las personas."
¿Qué productos ofrece Qroma a la industria minera?
Qroma es parte del grupo Breca y cuenta con más de 90 años ofreciendo soluciones especializadas en pinturas, recubrimientos y productos químicos para los sectores decorativo e industrial. A través de la marca JET brindamos tecnologías de alto rendimiento como recubrimientos epóxicos, poliuretanos y pinturas ricas en zinc que garantizan protección y durabilidad a activos sometidos a condiciones extremas. Fabricamos todos nuestros productos en nuestras plantas de El Agustino y Ñaña, lo que nos permite un control riguroso de calidad. Además, contamos con una sólida red logística local y regional en Chile, Ecuador, Panamá y, próximamente, Costa Rica.
La minería representa cerca del 50% de nuestras ventas industriales y, como parte del grupo Breca, nos aporta sinergias valiosas y la posibilidad de anticiparnos a tendencias y exigencias del sector. En nuestro laboratorio desarrollamos productos menos contaminantes y con menor huella de carbono y también ofrecemos laboratorios in situ para para adaptar nuestras formulaciones a cada operación minera.
¿Qué necesidades específicas identificaron dentro de la industria?
Trabajamos con la gran y mediana minería, así como con contratistas especializados, pero en los últimos años evolucionamos del rol tradicional de proveedor para convertirnos en socios estratégicos y responder a las necesidades integrales de largo plazo. Esto implica entender a fondo las necesidades de nuestros clientes, anticipar desafíos y ofrecer planes de mantenimiento, capacitación técnica y soporte operativo.
Nuestros sistemas de recubrimientos están diseñados para acompañar el ciclo de vida de los activos mineros por más de dos décadas, una mirada que se refleja en otro eje clave de nuestra propuesta de valor: la sostenibilidad. Somos la única empresa del rubro que integra de forma estructurada proyectos sociales en sus operaciones para alinearse con una minería moderna que busca generar valor compartido con las comunidades. Un ejemplo es el Proyecto Arcoíris, con el que hemos desarrollado más de 21 iniciativas sociales en distintas regiones del país. En Marcobre, por ejemplo, trabajamos de la mano con la comunidad para intervenir espacios a través del arte mural. Es parte de nuestro compromiso con un modelo de negocio responsable, que protege, transforma y deja huella.
¿Cuáles son las ventajas de los productos de Qroma en desempeño y durabilidad?
Nos enfocamos en ofrecer protección superior mediante productos diseñados para zonas de difícil acceso y condiciones extremas, que cumplan con los más altos estándares de calidad y estén respaldados por certificaciones internacionales. Un caso emblemático es nuestro trabajo con Southern Perú para la fundición de Ilo, donde implementamos un sistema de recubrimiento en su planta de ácido con una vida útil proyectada de 15 años, lo que refleja la confianza de nuestros clientes en nuestro desempeño a largo plazo.
Uno de nuestros principales diferenciales es que podemos asumir un rol operativo directo en las instalaciones de nuestros clientes. A través de contratos in house, que no son frecuentes en el sector, nuestro personal participa en la operación y garantiza un soporte ágil y que se alinea a los estándares más altos de seguridad. Así, podemos aportar valor real desde dentro y fortalecer nuestra propuesta como socios estratégicos.
¿Qué impactos económicos y operativos implica perder un activo debido a la corrosión?
La corrosión es uno de los riesgos más subestimados en una operación minera, pero su impacto puede ser crítico. Un sistema de recubrimiento solo cumple su función si combina productos de calidad con una correcta preparación de superficie y una aplicación rigurosa. De lo contrario, incluso el mejor sistema puede fallar. Cuando la corrosión avanza, no solo compromete la integridad de los activos: puede generar paradas no programadas, pérdidas millonarias y, sobre todo, poner en riesgo la seguridad de las personas. Por eso, contar con herramientas de monitoreo y actuar de forma preventiva marca una gran diferencia.
En una inversión en infraestructura, el sistema de recubrimiento representa menos del 1% del costo total, pero es lo que protege el 100% del activo y a quienes lo operan. Perderlo implica detener la operación, reasignar recursos y enfrentar consecuencias económicas y operativas, incluso comprometiendo la seguridad. Invertir en protección superficial no es un gasto: es asegurar la continuidad, la integridad y el bienestar de toda la operación minera.